¿Cómo podía tenerlo tan claro?

04/12/2019

¿Cómo podía tenerlo tan claro?
04/12/2019

Cuando le di la noticia a mis padres, se quedaron anonadados. ¿Cómo un niño, que aún no sabe ni montar en bici, tiene algo tan claro? No atendía a la tradición familiar, de hecho, ninguna persona de mi entorno se dedicaba a ello. Pero yo siempre lo tuve claro, de mayor quería ser Oficial del Ejército Español. 

Sabía que era un honor que solo unos pocos podían poseer, pero  lo que no podía imaginar hasta que pisé la Academia General Militar, era tanto la dificultad para acceder como las adversidades a las que me enfrentaría. 

La capacidad del ser humano de levantarse cuando cae y de superar circunstancias adversas se denomina resiliencia, y esa es la cualidad más importante que he desarrollado durante los últimos años. 

Resiliencia. Me arriesgué y aposté. Intenté acceder a la Academia General Militar, cuna de la oficialidad española. Resiliencia.  No conseguí entrar el primer año que apliqué, pues la nota requerida en Selectividad es considerable. Tuve la capacidad de levantarme, de seguir y apostar de nuevo y por fin, en 2013, realicé mi sueño: formar parte de una institución que comenzó en los Tercios de Flandes y ha llevado a este país a ser uno de los más importantes en la historia. 

Resiliencia de nuevo. La convivencia con personas desconocidas, las primeras maniobras, la férrea disciplina… Entendí entonces que el camino que me quedaba por recorrer era duro, pero me levantaba todos los días con la firmeza del que sabe que está donde debe y del que viste con el mayor orgullo el uniforme militar. 

Por este motivo supe, sé y sabré, que ha merecido la pena.

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